Ada Lovelace
no ha pasado la historia por ser hija de Lord Byron, uno de los grandes
poetas de la literatura inglesa y símbolo del romanticismo, sino como
la asistente visionaria que entrevió las posibilidades de la máquina analítica de Charles Babbage.
Ada Lovelace
fue una pionera en su época. Estudió matemáticas y ciencias, y gracias a
su preparación desarrolló una serie de instrucciones que permitían
hacer cálculos en una versión inicial y alejada de lo que hoy conocemos
como ordenador. Las aportaciones de Ada Lovelace al campo de la informática permitieron a otros científicos, como al inglés Alan Turing, continuar las investigaciones en este ámbito hasta llegar a ser considerado como el precursor de la ciencia de la computación.
Ada Augusta Byron -este es su verdadero nombre- nació el 10 de diciembre de 1815 en Piccadilly, Londres. Hija de Lord Byron y Annabella Milbanke
(la princesa de los paralelogramos, según la llamaba Byron), no llegó a
conocer a su padre, que abandonó Inglaterra cuando ella apenas contaba
dos meses de edad tras de divorciarse de su madre. Lord Byron escribía a
su única hija legítima a menudo y la homenajeaba en sus continuas obras
poéticas: no es extraño encontrar el nombre de Ada entre las
heroínas de las obras del escritor, algo que continuó así hasta su
muerte por malaria en Grecia (adonde el poeta había acudido a colaborar
con la revolución nacionalista) cuando ella tenía solo ocho años de
edad.
A los veinte años Ada Lovelace se casó con William King,
octavo barón de King y que más tarde fue nombrado Conde de Lovelace.
Desde entonces su nombre de casada pasó a aser Lady Augusta Bryon King,
Condesa de Lovelace. Nace de ahí su denominación moderna Lady Ada Lovelace. La llegada de sus tres hijos le impidió continuar con sus estudios. Tuvo tres: Bryon Noel Byron, Annabella y Ralph Gordon.
Gracias a una mente privilegiada y a su curiosidad por las matemáticas, Ada Lovelace
fue capaz de deducir y prever la capacidad de los ordenadores para ir
más allá de los simples cálculos de números. Han sido varias las mujeres
que han realizado aportaciones a la informática, pero sólo Ada Lovelace
ha conseguido que un lenguaje de programación lleve su nombre. Su
trabajo en este campo es reconocido y valorado en el mundo informático
hasta el punto de que el Centro Informático de San Diego y el Museo de la Historia de los Ordenadores le han dado a Ada Lovelace un sitio entre sus personalidades.
Ada Lovelace murió de cáncer el 27 de
noviembre de 1852 a los 36 años de edad y fue enterrada, a petición
suya, al lado de su padre en la Iglesia de Santa María Magdalena en
Hucknall, Nottingham.
Completa formación científica
Intentando eliminar cualquier inclinación de Ada hacia la literatura, Lady Byron educó a la niña en el mundo científico. Así, desde bien pequeña, Ada Lovelace estuvo
rodeada de los mejores profesores. Le le proporcionaron una completa
formación científica, muy superior a lo que se espera de una mujer de la
época.
Ada Lovelace recibió clases particulares
de matemáticas y ciencias, sobre todo de la rama de Astronomía, contando
entre sus tutores con el prestigioso Augustus de Morgan, el primer
profesor de matemáticas de la Universidad de Londres, o Mary
Sommerville, una brillante matemática que acababa de publicar un libro
sobre mecánica celeste y que acabó convirtiéndose en su ejemplo a
seguir.
En 1833, cuando ya había sido presentada en sociedad y gracias a su protectora Mary Somerville, Ada Lovelace conoció a Charles Babbage. Semanas después de este primer encuentro, Ada visitó con su madre al inventor y matemático en su casa, donde éste les mostró la parte ya construida de su máquina diferencial.
Babbage, que desde 1828 ocupaba la cátedra
Lucasiana de Matemáticas de la Universidad de Cambridge (la misma que
había ocupado Newton), diseñó su máquina para que generara tablas
matemáticas automatizando los pasos «mecánicos» de los cálculos. Algo
así como el antepasado de los ordenadores actuales. Y a partir de ahí
comenzó una intensa correspondencia entre ambos.
Por su formación, su experiencia infantil en el
diseño de una máquina propia -a los doce años quiso construir una
máquina voladora inspirada por los experimentos de la época-, y por sus
habituales visitas a fábricas y talleres, Ada Lovelace pudo entender el funcionamiento de la máquina.
Dos años más tarde, el 8 de julio de 1835, se
casó con William King, octavo barón de King, nombrado más tarde Conde de
Lovelace y once años mayor que ella. Al contraer matrimonio Ada se
convirtió en la Condesa de Lovelace, y a partir de entonces pasaría a la
posteridad como Lady Ada Lovelace. Pero a pesar del matrimonio -que tuvo tres hijos-, su carrera no se truncó.
Una asistente visionaria
Babbage había queda tan impresionado por las capacidades de Ada Lovelace
que en 1842 requirió de sus servicios. Se había publicado en francés un
trabajo sobre la máquina analítica y Babbage quería que ésta lo
tradujera al inglés y lo ampliara con anotaciones propias. Estas notas,
cuya extensión triplicaba la del trabajo que había traducido, resultaron
contener lo que se considera en la actualidad como los primeros
programas informáticos.
Entre otras cosas, Ada Lovelace describió
un algoritmo para calcular los números de Bernoulli en la máquina
analítica que es considerado el primer algoritmo adaptado
específicamente para una «computadora», hecho por el que Ada Lovelace
es considerada como la primera programadora de la historia. También
sugirió la utilización de tarjetas perforadas para introducir
instrucciones en la máquina analítica.
Ada Lovelace falleció a los treinta y seis
años -casi a la misma edad que su padre- el 27 de noviembre de 1852,
debido a un cáncer uterino y probablemente por las complicaciones
derivadas de las sangrías realizadas por sus médicos.
A pesar de que son muchas las mujeres que han realizado grandes aportaciones a la informática, solo Ada Lovelace
cuenta con un lenguaje de programación que lleve su nombre. En 1979 el
Departamento de Defensa de los Estados Unidos creó un lenguaje de
programación basado en Pascal en su honor llamado lenguaje de programación Ada.
Ada Lovelace tiene también un día propio en el calendario: el 16 de octubre. El día de Ada Lovelace
rinde homenaje a todas aquellas mujeres del ámbito internacional que
han contribuido con esfuerzo y pocas alabanzas en el campo de la
ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.
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