Desde la Antigüedad hubo quienes otorgaron a los números cualidades especiales, más allá de su utilidad para el cálculo. Así, por ejemplo:
- Aún hoy en día se dice que el 13 trae mala suerte.
- Para los Pitagóricos: 1 era el número de la razón, generador de todos los demás; 2 era la diversidad, principio femenino; 3 era la armonía, número masculino; 4 era la ley; 5 el matrimonio; 6 la procreación, primer número perfecto; 7 la virginidad, la luz; 8 la amistad; 9 el amor y la gestación; 10 llamado Tetractis era Dios y el Universo.
- Existe un trastorno psicológico llamado Apofenia basado en la supuesta omnipresencia de algún número que por si sólo debería regir nuestras vidas. Es el argumento de una mediocre película: El número 23 (Joel Schumacher 2003). En la película Pi. Fe en el caos (Darren Aronofsky 1998) el protagonista, afectado por una obsesión de ese tipo, recibe cumplida respuesta a cargo de su maestro: ver escena.
- La Cábala busca mensajes divinos codificados en la Torah (texto hebreo del Génesis). Asignan un valor a cada letra y luego los suman para llegar al valor de cada palabra, realizando cálculos e interpretaciones posteriores. De esa forma dicen hallar predicciones de catástrofes, anuncios de magnicidios, etc.
Todas esas interpretaciones fantásticas de la realidad tienen gran aceptación por el gran público, que parece preferir la ensoñación mágico-religiosa al pensamiento científico. Eso explica que todos los semanarios incluyan una sección tan poco creíble como es el horóscopo y siga floreciendo el negocio del Tarot.
En 1984, los judíos Doron Witztum, Eliyahu Rips y Yoav Rosemberg dijeron haber encontrado en la Torah datos biográficos de los rabinos medievales. Para ello, seguían la Secuencia de Letras Equidistantes (ELS, siglas en inglés), de modo que las letras clave estarían separadas entre si por un número constante de letras. Esto lo publicaron en una revista de Estadística, pero algunos matemáticos analizaron esas afirmaciones y concluyeron que con un texto suficientemente amplio se puede encontrar cualquier cosa que se desee de acuerdo con alguna pauta.
Michael Drosnin, numerólogo autor de El código secreto de la Biblia dijo que si sus detractores encontraban un mensaje codificado sobre el asesinato de un primer ministro en la novela de aventuras Moby Dick les creería. El matemático Mc Kay hizo un análisis ELS de Moby Dick y encontró predicciones de los asesinatos de Indira Gandhi, Martin Luter King, John Fritgerald Kennedy y Abraham Lincoln. Además, la muerte de Lady Diana de Gales y el atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York.
Otro matemático, David Thomas, aplicó el análisis ELS al propio libro de Drosnin y encontró este mensaje: "El código de la Biblia es un engaño de timadores, un fraude total, horrible, malvado, falsario, falso, tonto y estúpido". La conclusión clara es que se puede encontrar lo que se quiera, buscando lo suficiente.
Los números y sus propiedades aritméticas son excepcionales por si mismos, sin necesidad de supersticiones pseudocientíficas.
vaya un retrasado ue estas hecho. Sobre el Código deberías actualizarte un poquito antes de soltar estos rebuznos que luego te atreves incluso a publicar. Enterate un poquito, porque como en todo estes así de enterado vaya btroza de página que eres.
ResponderEliminar